De: Juan Jorge, Las Palmas de Gran Canaria, España
La misión que nos llama es difícil, no en vano luchamos contra todo un sistema encaminado a la perpetua colonización de Puerto Rico. Incluso cuando presionados por las exigencias de la verdad interior, los hombres no fácilmente asumen la tarea de la oposición política a su gobierno. También es difícil que se mueva el espíritu humano sin gran dificultad contra todas las apatías del pensamiento conformista dentro de su seno y en el mundo que le rodea. Por otra parte, cuando los temas en cuestión parecen tan desconcertantes como a menudo lo hacen en el caso de este terrible conflicto colonial, siempre estamos a punto de ser hipnotizado por la incertidumbre.
Somos muchos los que ya hemos comenzado a romper el silencio de la noche hemos encontrado que el llamado a hablar a menudo es una vocación de agonía, pero tenemos que hablar. Tenemos que hablar con toda la humildad que es apropiada para nuestra visión limitada, pero tenemos que hablar. Y debemos alegrarnos, seguramente esta es la primera vez en la historia reciente que un número significativo de puertorriqueños ha optado por ir más allá del patriotismo suave a los terrenos de una disidencia firme basada en los mandatos de la conciencia y la lectura de la historia. Tal vez está surgiendo un nuevo espíritu entre nosotros. Un espíritu hispano que siempre a estado presente entre vosotros, en algunos de manera obvia en otros de manera soterrada pero siempre presente.

¿Les decimos que la lucha es muy difícil? Nuestro mensaje será que las fuerzas de la vida gringa atentan contra su llegada a ser hombres completos y libres, y enviamos nuestro más profundo pesar de continuar con el actual estatus quo. O ¿habrá otro mensaje — del anhelo, de esperanza y de solidaridad con sus anhelos, de compromiso con su causa, cueste lo que cueste? La elección es vuestra, y debéis elegir en este momento crucial de vuestra historia.
Si hacéis la elección correcta, podréis ser capaces de transformar esta situación auto dependiente con los gringos. Si hacemos la elección correcta, podréis ser capaces de transformar las discordias de nuestra sociedad en una hermosa sinfonía de hermandad. Si hacéis la elección correcta, seréis capaces de acelerar el día, en que la mayoría de Puerto Rico despierte de la apatía impuesta a la realidad de lo que sois (puertorriqueños e hispanos), cuando esto suceda la justicia va a rodar hacia abajo como aguas y la rectitud como una poderosa corriente hacia la hermandad que nunca tuvo que romperse por la fuerza de las armas y que separó a los puertorriqueños del resto de la hispanidad.